Hoy quiero confesaros algo. Cuando empecé a planear este contenido, pensaba criticar el vibe coding. Sin embargo, tras reflexionar un poco, me he dado cuenta de que el problema no es la técnica en sí, sino cómo se aplica. De hecho, el vibe coding puede ser una herramienta muy útil si se usa correctamente. Así que, en vez de criticarlo, hoy os voy a contar cómo sacarle partido, tanto si tenéis mucha experiencia programando como si estáis empezando.
¿Qué es el Vibe Coding?
El término vibe coding viene a significar «programar por vibras». Imaginad al protagonista de El Gran Lebowski programando: te sientas con una IA, le pides algo, ajustas lo que genera, vuelves a pedir cambios… todo de forma informal. ¿Funciona? Bueno, depende del tipo de proyecto que quieras desarrollar.
Hay quienes dicen que ya no necesitamos programadores, solo ideas y una IA. Pero como alguien que lleva más de 20 años en esto, os aseguro que esa frase la he escuchado muchas veces antes: con la programación visual, los generadores automáticos, el low code, y ahora con la inteligencia artificial. Y aquí sigo, picando líneas y líneas de código para poner un botón.
Origen del término y su auge
El término fue popularizado por Andrej Karpathy, un experto en IA que ha trabajado para Tesla y OpenAI. En uno de sus tweets hablaba maravillas del vibe coding… pero matizaba: lo ve útil para webs o proyectos de fin de semana, no para montar un SaaS (Software as a Service).
Además, el auge del vibe coding viene de la mejora brutal en los modelos de lenguaje. Ahora son capaces de programar un Tetris, un Comecocos o un Snake y estos ejemplos resultan impresionantes para la mayoría de la gente, pero hay que tener en cuenta que literalmente son ejercicios que se realizan en clase mientras estudias informática. Un proyecto real puede tener cientos de miles de líneas de código y muchos más retos.
Programar es mucho más que escribir código
Pensad en esto: aunque la IA os haga un SaaS que parece funcional, ¿habéis pensado en temas como la protección de datos? ¿La gestión de compras y devoluciones? ¿Compatibilidad en distintos dispositivos? ¿Pruebas? ¿Seguridad? Programar es mucho más que escribir código.
Por eso, si quieres montar algo serio, rodéate de expertos. Y no te fíes de campañas virales que prometen miles de dólares al mes con juegos feos hechos por IA. Incluso quienes presumen de usar vibe coding al 100%, terminan permitiendo modificaciones humanas.
Cómo usar el Vibe Coding correctamente
Si quieres aplicar esta técnica de forma eficaz, aquí tienes los pasos clave:
- Elige bien tus tecnologías. Cuanto mejor las conozcas, más fácil será guiar a la IA.
- Evalúa si realmente necesitas una app. A veces una hoja de cálculo basta.
- Control de versiones. Usa Git o, si no sabes, guarda cada versión generada con fecha.
- Haz una lista de funcionalidades. Divide tu app en versiones y fases claras.
- Crea una arquitectura limpia. Separar controladores, servicios y datos te permitirá delegar mejor a la IA.
- Desarrolla por tareas. Describe cada una en un prompt, revisa el resultado, testea y guarda.
- Pon límites a la IA. Si una tarea no se resuelve tras varios intentos, decide si continuar o revertir.
- Automatiza donde puedas. Pero también aprende cuándo intervenir a mano.
El flujo de trabajo en Vibe Coding: paso a paso
Una de las claves para que el vibe coding funcione realmente bien es organizarse con un flujo claro. No se trata solo de pedirle cosas a la IA y esperar milagros, sino de establecer un proceso iterativo y controlado. Este sería un flujo básico que puedes seguir:

1. Crear una lista de tareas
Antes de escribir ni una línea de código, define qué funcionalidades debe tener tu aplicación. Divide esas funcionalidades en tareas pequeñas y manejables. Por ejemplo:
- Mostrar lista de usuarios
- Añadir nuevo usuario
- Validar email al registrarse
Esta lista puede estar escrita por ti o generada inicialmente con ayuda de una IA.
2. Redactar prompts para cada tarea
Para cada una de esas tareas, redacta un prompt claro que describa lo que quieres. Sé específico.
Puedes añadir condiciones, estructuras de datos, objetos o interfaces previamente definidas.
3. Evaluar si el código generado funciona
Una vez la IA te devuelve el código:
- Si es un lenguaje compilado: comprueba si compila y arranca.
- Si es interpretado: simplemente ejecútalo y observa si arranca correctamente.
4. Corregir errores si no funciona
Si da error, copia ese error y pásaselo a la IA junto con el código.
La IA intentará corregirlo. Puedes repetir este paso varias veces, pero pon un límite de intentos para no quedarte atrapado en un bucle infinito.
5. Testear el código
Cuando el código ya «funciona», toca comprobar si hace lo correcto.
- Ideal: tener tests automáticos definidos.
- Alternativa: probar a mano, pero siempre siguiendo un guión claro de qué debería pasar.
6. Guardar versiones que funcionen
Cada vez que una funcionalidad funciona y pasa los tests, guárdala.
- Si usas Git, haz un commit.
- Si no sabes usar Git, guarda el archivo en una carpeta con fecha/nombre descriptivo.
Esto es importante porque la IA, a veces, rompe cosas que antes funcionaban y luego no sabe repararlas. Tener una versión estable te permite comparar y recuperar fácilmente.
7. Si no se puede resolver una tarea…
A veces la IA no logra resolver una tarea, por más intentos que hagas.
En ese caso, tienes dos opciones:
- Guardar el progreso parcial si la app sigue funcionando. Aunque sea de forma incorrecta
- Revertir a una versión anterior y dejar esa tarea para después.
La idea es no frenar todo el proyecto por una sola parte atascada.
Un ejemplo real

En mi día a día, uso un sistema híbrido: tengo un motor de plantillas que genera parte del código con IA y parte de forma clásica. Desde SQL hasta controladores web, todo está dividido por capas, lo que me permite testear fácilmente y generar componentes reutilizables.
Eso sí, hay límites: en el frontend, por ejemplo, todavía no logro que la IA respete del todo los estilos y convenciones, así que prefiero crear esqueletos básicos que luego el programador humano completa.
Conclusión
El vibe coding no es magia, pero tampoco es humo. Si se hace bien, puede acelerar el desarrollo, sobre todo para tareas repetitivas o proyectos pequeños. Pero para crear productos reales, sólidos y mantenibles, hace falta mucho más que IA: hace falta conocimiento, planificación y buen criterio.
¿Te animas a probarlo?