¿Qué son los agentes en IA y cómo se comunican entre ellos?
En los últimos meses, la inteligencia artificial no ha dejado de hablar de agentes. Pero, ¿realmente sabemos qué son y cómo funcionan?
En este artículo quiero profundizar un poco más en el mundo de los agentes, centrándome especialmente en cómo se interconectan, qué tipos de conexiones existen y para qué se utilizan.
¿Qué es un agente?
El término agente se ha usado tanto en marketing que ya parece que cualquier cosa con unos cuantos if seguidos lo es. Pero, para centrarnos, vamos a considerar como agente a cualquier sistema que:

- Usa un modelo de lenguaje (como GPT, Claude o similares),
- Tiene una entrada (input),
- Genera una salida (output),
- Y puede usar recursos adicionales.
Entre esos recursos destacan:
- Herramientas: llamadas a APIs para ejecutar acciones u obtener datos de forma activa (A diferencia del RAG que es pasiva).
- RAG (Retrieval-Augmented Generation): sistemas que proporcionan información al agente de forma pasiva desde una base de conocimiento.
- Memoria: donde el agente guarda datos relevantes, que pueden ser individuales o compartidos con otros agentes (sirviendo además como canal de comunicación).
Agentes vs. Herramientas
En este contexto, es útil distinguir entre:
- Agentes: usan modelos de lenguaje generativos.
- Herramientas: sistemas más clásicos que no generan texto, como calculadoras, traductores automáticos o motores de búsqueda específicos.
¿Cómo se comunican los agentes?
La comunicación entre agentes (o entre agentes y herramientas) puede hacerse de dos formas:
- Estructurada: con formatos como JSON, ideal para trabajar con APIs.
- No estructurada: texto plano, ideal para comunicación entre agentes.
Dato importante: si un agente va a comunicarse con una herramienta como una API, la salida debe estar estructurada, ya que una API no «entiende» texto libre.
Tipos de conexiones entre agentes
Una vez que entendemos qué es un agente y cómo se comunica, pasamos al núcleo del asunto: las arquitecturas. Es decir, cómo se conectan entre sí.
1. Cadena (Chain of Agents)

Cada agente se conecta con el siguiente. La salida de uno es la entrada del otro. Esto permite dividir una tarea compleja en subtareas y asignarlas a agentes especializados, que pueden ser más eficientes y económicos.
2. Paralela

En lugar de conectarlos en cadena, los agentes trabajan simultáneamente en paralelo. Esto ahorra tiempo y es muy útil en sistemas de votación o generación múltiple de ideas.
3. Enrutador

Aquí entra un agente que actúa como selector: decide qué agente (o grupo de ellos) debe continuar el flujo. Es una forma dinámica de guiar el proceso.
4. Agregador y Sintetizador


Cuando varios agentes generan salidas y necesitamos una única respuesta final:
- Agregador: recoge múltiples respuestas y elige una (como un sistema de votación).
- Sintetizador: combina todas las respuestas en una más completa y cohesionada (por ejemplo, al generar un informe con partes creadas por distintos agentes).
5. Evaluador

Evalúa si el resultado es válido o si hay que volver atrás, repetir pasos o ajustar la respuesta. Funciona como un sistema de validación y retroalimentación.
6. Orquestador

Es el más complejo: no hay un flujo predefinido. El orquestador va decidiendo qué agente se ejecuta en cada paso, según cómo evoluciona la tarea. Potente, pero difícil de implementar correctamente.
Combinarlo todo

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Lo realmente potente de estas arquitecturas no es usarlas de forma aislada, sino combinarlas. Así podemos construir sistemas de agentes sofisticados y adaptables.
Por ejemplo, las herramientas de Deep Research (tienes un vídeo sobre el tema aqui)
¿Problemas y limitaciones?
No todo son ventajas. Algunos desafíos comunes son:
- Falta de contexto compartido: si no se gestiona bien, los agentes pueden contradecirse (por ejemplo, uno dice que unas zapatillas son verdes y otro que son rojas).
- Alucinaciones: cuantos más agentes, más riesgo de errores si uno “alucina” (es decir, genera información incorrecta) y arrastra al resto.
Conclusión
El futuro de los agentes en IA es apasionante, pero también complejo. Si queremos diseñar sistemas eficaces, debemos entender cómo se comunican, qué recursos utilizan y cómo evitar errores.